Los días que siguen al nacimiento del pequeño roedor están llenos de emociones, tendrás el corazón lleno de amor para observar el desarrollo de tu nuevo pequeño protegido, y con un poco de atención te darás cuenta de que casi cada día evoluciona.
El crecimiento de un hámster
En sus primeros días de vida, el pequeño roedor evoluciona muy rápido. Podrás observar las siguientes etapas:
- Nacimiento: no tienen pelo, son sordos y ciegos
- Del 2º al 3er día: aparecen manchas de colores en su piel
- 4º día: las orejas comienzan a desarrollarse y a crecer
- 8º día: la madre les da de comer los primeros bocados sólidos
- Del 5º al 11º día: el pelaje comienza a aparecer
- Desde el 10º día: abren los ojos
- Alrededor del 12º día: comienzan a comer solos, sin la ayuda de la madre
- Inicio de la 2ª semana: comienzan a explorar su mundo.
- Inicio de la 3ª semana: el bebé hámster se hace mayor y se las arregla solo para su comida y su higiene.
- Del 22º al 27º día: según las razas, se recomienda separar a la madre de su descendencia
Si de manera más general buscas calcular la edad de un hámster, puedes ayudarte con la tabla a continuación. Sin embargo, ten en cuenta que después de 1 mes, las etapas y el desarrollo ya no son tan marcados como las etapas descritas anteriormente, y por lo tanto ya no es posible identificar con certeza su edad (y por ende su equivalente humano)
Edad del hámster | equivalente edad humana |
---|---|
0 a 3 meses | 0 a 14 años |
3 a 6 meses | 14 a 18 años |
6 a 18 meses | 18 a 40 años |
18 a 30 meses | 40 a 65 años |
30 a 48 meses | 65 a 90 años |
Más de 48 meses | ¡es un venerable ancestro! |
¿Cuándo puedo tocar a un bebé hámster?
Un hámster se considera bebé durante el primer mes de su existencia. No debes tocarlo durante sus primeros días de vida, de lo contrario su madre podría rechazarlo.
Pero atención: si deseas tener en el futuro un hámster cariñoso y tierno, es decir, acostumbrado a tu olor, tu voz y tu mano, establece el contacto. Para ello, debes comenzar a tocarlo suavemente con la punta de los dedos, sin cargarlo, desde el inicio de la segunda semana.